‘Esperadme en el cielo’ de Maruja Torres

Me he llevado una pequeña sorpresa con esta original novela de Maruja Torres en la que recuerda a sus amigos Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán y todo lo que significaron y significan para ella. Hoy quiero recomendaros Esperadme en el cielo, Premio Nadal 2009. Emotiva-emotiva.

-Más allá de este día, recuerda, reina, que los cuentos que nos contamos a nosotros mismos no siempre son los mejores, pero sí son los más necesarios.

¡Qué bonitas palabras se leen a veces! En esta pequeña novela hay muchos momentos que me han tocado la fibra. ¡Si hasta he llegado a llorar al final! Me habrá pillado sensible, no digo que no… Pero qué hago yo hablando de finales si lo que tendría que hacer al principio es contaros la sinopsis del libro.

Es muy sencillo. Una famosa escritora se reencuentra con dos amados amigos en el Más Allá, un cielo sin Dios en el que todos los seres son omnipotentes, con el único límite de la imaginación o los recuerdos, si es que se puede diferenciar entre uno y otro. La escritora está loca de contenta, pues compartió con ellos profesión, barrio y vida y ahora parece que también podrán compartir la post vida. El caso es que sus amigos la necesitan para recrear el Barrio (el Raval de Barcelona) y aprovechan la ocasión en la que ella «sube» para revivirlo y dejarse llevar por ella como si se tratara de una Wendy que cuenta historias a los niños perdidos de Nunca Jamás. Ella es Maruja, aunque no conste por escrito. Ellos son Terenci y Manolo, fallecidos ambos en el 2003 a los sesenta y pocos años. El reencuentro y la portada del libro es de lo más bonito que he visto en tiempo.

El libro tiene un ritmo trepidante, no dejan de pasar cosas, de cambiar escenografías y vestuarios, como una superproducción de Hollywood al estilo de Lo que el viento se llevó, con sus intrigas, trucos y suspenses, con sus personajes malos y encantadores, con sus reflexiones sobre la muerte (cómo no) y las confabulaciones para pasar el rato o para resolver casos. Mientras lo leía, amistad y cariño rebosaban de sus páginas. Expresiones de Terenci y Manolo que Maruja habrá escuchado mil veces las refleja por escrito con su voz.

Hace poco vi y escuché a Maruja Torres en Sant Boi y me apetecía mucho leer algo suyo. Cuando se me presentó este ejemplar de Esperadme en el cielo en el Mercat de Sant Antoni de Barcelona no lo pude evitar. No era la primera vez que asistí a una de sus charlas (pues por más que quisiera que el acto fuera un coloquio, estábamos todos deseando escucharla más que hablar). Entre 2001 y 2005 la vi en alguno de los actos del Aula Magna de la Facultad de Comunicación de la UAB y quedé fascinada por ella. Del año en concreto no me acordaré pero hay frases suyas que me acompañan desde entonces.

Maruja Torres comenzó en esto de escribir en publicaciones varias de Barcelona, entre las que destacaría la revista Fotogramas. En los años 80 se fue a Madrid buscando un periodismo más serio y comenzó a trabajar como columnista en Diario 16 y El País. Es en esta última publicación donde escribió más tiempo hasta que la quitaron de la sección de Opinión en 2013. Desde entonces escribe en eldiario.es. Como escritora tampoco le ha ido nada mal: comenzó escribiendo novelas de humor como ¡Oh es él! Viaje fantástico hacia Julio Iglesias o Ceguera de amor, pero fue con Mientras vivimos cuando consiguió el Premio Planeta en el año 2000. Hace relativamente poco se ha atrevido con la novela negra de la mano de la detective Diana Dial, protagonista de Fácil de matar y Sin entrañas. Lo último que ha publicado a sus 70 años ha sido Diez veces siete, unas memorias en las que promete un diálogo directo con el lector sobre sus amores, el periodismo y sus recuerdos.

No había leído muy buenas opiniones de sus novelas, sobre todo por parte de personas que admiran su trabajo periodístico, y por eso me ha sorprendido un poco encontrarme con un escrito tan lleno de buen humor y fantasía, con referencias a cine, mucho cine, y cuentos como Alicia en el País de las Maravillas o Peter Pan (ahora cada vez que escuche «Si acaso quieres volar, piensa en algo encantador…» lloraré).  Creo que esta novela no sigue un estilo narrativo al uso y, aunque hay fragmentos en los que se detiene en intrigas innecesarias, hay más de realidad que de ficción en ella. Por eso no estoy segura de cómo catalogar el libro. Es más que una novela, es un bonito homenaje, un recuerdo, un sueño…

Sonia López

Enlaces de interés:

– Blog de Maruja Torres