Siempre me ha interesado la historia del arte, pero las vanguardias es algo que considero fuera de mi zona de confort… Pese a eso, al proponer desde Masa Crítica del portal Babelio este libro para sus lectores, lo solicité por ser una buena oportunidad para ponerle remedio, porque llegué a este libro desde mi más absoluto desconocimiento hacia el escritor, hacia el artista y hacia el movimiento en el que se adscribe, pues más allá de los 3 pintores famosos del impresionismo, apenas sabía nada más. Y me ha servido, sí, pero no tanto la obra en sí, como lo que me ha hecho investigar aparte. ;) Hoy vengo a hablaros de un autor singular, James Ensor. El pintor de las máscaras, visto desde el punto de vista del poeta belga Émile Verhaeren.
¡El arte es libre, libre, libre!, proclama en alguna parte James Ensor. Únicamente los mediocres no entienden, ni entenderán jamás, la profundidad y sinceridad de una reivindicación tan apasionada como ésta. Afortunadamente, los caminos más importantes que ha recorrido la Humanidad están plagados de grandes obras que confirman y proclaman ese grito.
FICHA TÉCNICA
Título original: James Ensor
Autor: Émile Varhearen
Traducción: Agustín Temes
Editorial: Casimiro Libros
Año de publicación original: 1908
Fecha de edición: Octubre 2021
Nº páginas: 128 páginas
Formato: Tapa blanda
Sinopsis: Anticipándose a las vanguardias artísticas del siglo XX e inaugurando la gran tradición surrealista que desde él recorre el arte belga, James Ensor (1860-1949) pronto empezó a crear un reino de máscaras, del que será rey, descubriendo un país, provincia a provincia, con sus sitios pintorescos y sus lugares terribles, con sus parajes tristes y sus rincones locos, habitados por seres quiméricos, extraordinarios, grotescos, macabros.
COMENTARIO
Estamos ante un ensayo crítico del escritor belga Émile Verhaeren sobre la vida y obra de James Ensor, un pintor que vivió la práctica totalidad de su vida en Ostende y que amaba tanto la pintura como la música. En este libro nos acercamos sobre todo a su faceta pictórica y de dibujante, en la que destacó y se le consideró posteriormente un precursor del expresionismo alemán y otras corrientes artísticas de vanguardia. Este libro se publicó en 1908 y el pintor sobreviviría hasta 1949, con lo que se trata de una defensa y reivindicación de su obra en vida. Y una defensa nada objetiva, he de añadir, pues entre el amplio repertorio de las obras del artista que se incluyen en el ejemplar podemos ver también un retrato del escritor y poeta autor de este libro.


Después de un repaso del ambiente artístico que se respiraba en Bélgica a finales del siglo XIX y la creación del grupo de los XX, algo que me pareció apasionante (la agrupación de artistas y la creación de iniciativas como ésta es un tema que me llama mucho la atención y la pluma de Verhaeren tiene cierta gracia), el gran grueso del libro consiste en un análisis pormenorizado de líneas, temas, perspectivas y colores de los lienzos, dibujos y aguafuertes (grabados) de Ensor. Me ha gustado ir encontrando con el autor esas referencias a Turner o a Goya y seguir también con él esa evolución que va desde a un color mucho más explosivo a unas escenas que se van volviendo cada vez más grotescas… pero en general había momentos en los que me parecía que el autor iba dando tumbos de una obra a otra para luego volver a la primera y eso me mareaba un poco, sobre todo porque no de todas las obras que describe o a las que otorga mayor importancia están reproducidas en el libro (aunque la mayoría sí, y es de agradecer tener un catálogo aunque sea parcial de este pintor). Por otro lado, también he llegado a perderme en ciertas polémicas o referencias a otros autores vanguardistas de los que lo ignoro casi todo.

Para terminar, el libro nos acerca a la biografía del artista… Y cuando por su obra nos podíamos imaginar al típico genio atormentado, nos encontramos más bien a alguien tranquilo y poco dado a las aventuras, pero con mucho resquemor hacia aquellos que lo criticaban. Me ha parecido especialmente interesante la reproducción de algunos escritos suyos, sobre todo el Monólogo inconexo «Tres semanas en la Academia» en la que hace una sátira muy buena de cómo los docentes o formadores a veces sólo sirven para cortar las alas de la creatividad de sus pupilos.


Émile Verharen (1855-1916) fue un poeta belga que desarrolló su creación literaria en francés. Fundador del simbolismo y el modernismo literario, Verhaeren nació en el seno de una familia de clase media que vivía en una comuna rural de Amberes. En la Universidad de Lovaina, donde estudió Derecho, conoció a quienes serían sus posteriores colaboradores en la revista literaria La Jeune Belgique. Pronto se convirtió en el portavoz del renacimiento artístico de finales del siglo XIX, defendiendo a ultranza la obra de «los XX», un grupo de 20 jóvenes artistas belgas que organizaron sus propias exposiciones anuales para reivindicar una nueva forma de entender el arte. En sus eventos expusieron obras de pintores invitados como Pisarro, Gauguin, Cézanne y Van Gogh. Los artículos de Verhaeren atrajeron la atención del público a muchos jóvenes talentos prometedores, como James Ensor y Fernand Khnopff. Fue candidato al premio Nobel de literatura 6 veces y Stefan Zweig le dedicó la primera biografía que escribió en 1910.
VALORACIÓN · · · · · · 3/5 ★★★✰✰
Aunque cada vez estoy dando más oportunidades a libros de no ficción, siempre me decanto más por testimonios o biografías de personas que ya conozco previamente. Este ensayo ha sido una especie de prueba de si realmente puedo llegar a conocer a alguien sólo a través de un libro, y realmente he tenido que utilizar la gran fuente de sabiduría que es Internet para completar muchas de las cosas que me explicaba Verhaeren en este libro: ya sea para ampliar información sobre técnicas artísticas, para ver obras que menciona y no aparecen reproducidas, para saber más sobre el contexto del arte belga en ese momento que tanto desconocía yo y que seguramente a los lectores del momento y que son de allí no tenían ningún problema en conocer… así que ha sido una lectura algo interrumpida por mis propias investigaciones. Dicho esto, me ha resultado un libro muy adecuado para conseguir que me interese por otras formas menos clásicas de representar la realidad a través del arte, y la sátira de Ensor me ha parecido tan grotesca en unas obras como sensible en otras, y ese contraste me ha gustado mucho también. Desconozco si realmente soy yo una ignorante que nunca había oído hablar de este pintor antes o si a Ensor todavía le falta un poco de lucimiento en la cultura popular actual para llegar a ser tan famoso como otros precursores de las artes vanguardistas, pero en cualquier caso, entiendo esta publicación como una reivindicación a su figura más allá de sus fronteras y del tiempo.
✎ Sonia López
Retos lectores:
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Que interesante
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Muchas gracias!! :)
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