Sant Jordi 2017

Otro Sant Jordi más recorrí con unos amigos las calles centrales de Barcelona en busca de libros baratos o difíciles de encontrar, firmas de autores sin hacer demasiada cola, puntos de libros que regalaban en diferentes paraditas y, en ocasiones, un poco de sombra y aire para descansar, pues aunque anunciaban nublado, fue un Sant Jordi radiante como años anteriores y al ser domingo las calles estaban a reventar de gente (bueno, sólo un poco más de lo habitual). Como suelo hacer cada año, me gustaría compartir con vosotros las firmas que conseguí este año.

Empecé la jornada a las 10.35 de la mañana en la parada de la Abacus de Rambla Catalunya con Córsega porque allí firmaba Valero Massimo Manfredi, uno de los autores preferidos de Tomás, y como él tiene una floristería y ese día tiene que estar al pie del cañón más que nunca (es el Día del Libro pero también el de la Rosa), yo me fui directa con su Odiseo. El Juramento a conseguir la firma del escritor. Lo que no me esperaba es que fuera tan accesible, que hablara tan bien español ¡y que llegara antes de hora! Acostumbrada a hacer colas este día, al ser domingo y al tener tanta fama los libros de Manfredi (saga Alexandros, La última legión…) lo puse el primero de la lista y me esperaba encontrar ya algunos fans por allí, pero llegué justo a tiempo para ver al primero de la cola preguntando si podía quedarse allí esperando, así que tuve mucha suerte. :D

A media mañana, en la parada de La Casa del Llibre de la Rambla Catalunya fuimos Vero y yo a conseguir la firma del periodista cultural de TVE Carlos del Amor, que acaba de publicar Confabulación. Las dos nos quedamos encantadas con La vida a veces y El año sin verano, así que el nuevo libro estaba en nuestras listas de adquisiciones obligatorias, sin saber muy bien de qué va ni haber leído la sinopsis siquiera… Por el título ya se ve que es algo diferente lo que propone en sus obras anteriores: huele a thriller y me produce mucha curiosidad verlo en ese género. Ya os contaré qué tal cuando caiga, que creo que será pronto, pero hasta entonces os recomiendo los libros suyos que he citado.

Y por último, en La Casa del Llibre del Paseo de Gracia, me planté un cuarto de hora antes de que llegara Marian Keyes para que me firmara su novedad Mi vida: manual de instrucciones, un repaso de sus artículos de opinión sobre cosmética, curiosidades de su vida como escritora y anécdotas de viajes. Simplemente con que escriba estos pequeños capítulos igual de bien que sus novelas, promete buen humor y frescura, así que me parece justo comprarlo para la firma. Mientras esperaba en una cola eterna (porque era una cola para todos los autores que firmaban a las 18h, incluidos Carme Chaparro, Luz Gabás y Federico Moccia entre otros), veo que cruza la cola y cuando ve a alguien con su libro en la mano no duda en saludarla y firmarle el ejemplar dándole una alegría enorme. En seguida se la llevaron a la mesa donde debía firmar, pero sólo por ese detalle me pareció adorable. Por suerte, no tuve demasiadas personas con su libro delante, por lo que avancé bastante rápido y, al verla en persona, qué os puedo decir, todo amabilidad y dulzura, y se la veía súper ilusionada por recibir a los lectores y hablar con ellos. Una vez más no me esperaba encontrar a una escritora súper ventas tan agradecida con su público. Me alegro de haber hablado con ella un poquito en inglés. ^^ (Aunque me sorprendió que no tuviera a un traductor al lado como suelen hacer con los escritores internacionales).

Y así fue otro Sant Jordi más, uno de los mejores días del año, que acabó con felicidad pero también muerta de cansancio acumulado e incubando un incipiente catarro que me está haciendo escribir esto con un pañuelo que ha encontrado algo así como su hogar en mi nariz. La verdad es que de libros compré sólo 2, pero os hablaré de ellos y de los que me regalaron en el próximo In My Mailbox en mayo, entre las reseñas que tengo pendientes de mis lecturas de Semana Santa. Hasta entonces, disfrutad de vuestros libros. :D

Sonia López

PD: Gracias a Raquel por su crema solar, porque si no me hubiera convertido en un tomate, jaja…