Cómics, Reseñas

‘Una entre muchas’ de Una

Hoy os traigo una novela gráfica que recomendó Isa en su blog Readings in the North, y aprovechando una visita que tenía prevista a la biblioteca lo busqué, lo encontré, me lo traje, lo leí y os lo recomiendo. Es una mezcla de reflexiones sobre la violencia de género y las violaciones con la historia real del destripador de Yorkshire, un asesino en serie que actuó sobre los años 70 en el norte del Reino Unido. Estos dos temas se unen en los recuerdos y experiencias personales de la autora, Una. El título original de esta obra es Becoming Unbecoming y en castellano lo encontramos como Una entre muchas.

Algunas personas utilizan el humor como mecanismo defensivo, ¿sabes? He tenido conversaciones con diversos terapeutas en las que mis carcajadas inapropiadas fueron recibidas con desaprobación. Me parece raro que bajo esas circunstancias sintieran la necesidad de indicarme que me tomara mis experiencias más en serio.

FICHA TÉCNICA

Una entre muchas
Una
Trad. Santiago García
Bilbao: Astiberri, 2016.
Formato: Tapa blanda.
206 páginas.
ISBN: 978-84-16251-41-4.

Sinopsis: «A finales de los años 70, mientras la policía fracasa en resolver el caso del asesino en serie apodado el Destripador de Yorkshire, Una sufrirá una serie de actos que le harán sentirse indefensa, sola y culpable. Una entre muchas explora la violencia de género, la vergüenza y la responsabilidad social, con un suceso nacional de fondo y desde la perspectiva de una experiencia personal traumática. Una se pregunta qué significa educarse en una sociedad en la que la agresión machista no es cuestionada, y denuncia una cultura mundial que exige que las víctimas de la violencia paguen su precio.»

COMENTARIO

Una nos habla en esta novela gráfica de algo muy personal, algo muy dañino, algo que no debería ocurrir y que sin embargo estamos hartos de escuchar en las noticias (y en la ficción). Una fue víctima de agresiones físicas sexuales en más de una ocasión, en circunstancias diferentes, por personas diferentes, en edades diferentes. No es un tema agradable, desde luego, pero Una lo presenta de una forma contundente pero natural, sin dramatismos exagerados ni escenas morbosas, simplemente con un dibujo poético y casi infantil que contrasta tanto con la brutalidad con la que fue tratada ella y otras tantas víctimas en el mundo, que es imposible no emocionarse en algún momento de su lectura.

La historia del destripador de Yorkshire fue muy conocida en el Reino Unido pero desconozco si aquí tuvo tanta repercusión. Yo no la conocía antes de saber de la existencia de este libro. El caso que expone Una, con tantas víctimas agredidas sexualmente y asesinadas, aunque también con algunas que lograron sobrevivir, es de esos que te hacen reprimir gritos de rabia. Ya no se trata sólo del odio que seas capaz de dirigir hacia el «destripador» en sí (una persona real con nombre, apellidos y familia), sino por la incompetencia de la policía y la culpabilización de las víctimas. En esta obra se detallan muy bien las secuelas que pueden dejar este tipo de agresiones, pero también cómo desgraciadamente muchas veces las víctimas no son tomadas en serio al prestar declaraciones, presuponiendo que esas secuelas les restan veracidad. Es una rueda retorcida horrible.

Me resultaron muy curiosos algunos datos y estadísticas que aporta sobre la violencia de género en general y los abusos sexuales en particular, aunque se traten sólo del Reino Unido. Por ejemplo, se demuestra que las denuncias aumentan, pero el número de condenas sube y baja cada año, porque o no se las toman demasiado en serio o se sigue considerando que la víctima tiene parte de culpa, ya sea por provocación o por consentimiento. Y otros números muy curiosos son los que desmontan la teoría de que muchos de los agresores sexuales lo son porque de pequeños fueron víctimas de abusos, pues la gran mayoría de agresores siguen siendo hombres y la gran mayoría de víctimas siguen siendo mujeres.

Normalmente soy muy susceptible a temas escabrosos como violencia y sexo en la ficción y aquí también se menciona que esa insistencia en las violaciones a mujeres en la ficción NO es normal. No se entiende esa fijación de utilizar las agresiones a mujeres como recurso narrativo en nuestro siglo. No se entiende que en historias cultas y populares se recurra a la violencia contra las mujeres simplemente para causar un efecto dramático. Porque según los datos, en la mayor parte de los asesinatos las víctimas son hombres y los asesinos son hombres. Porque las violaciones también pueden ser sufridas por hombres (en cárceles o zonas de guerra). Y en cambio en eso no se insiste tanto. Las víctimas en la ficción seguimos siendo las mujeres. Así que NO es normal. Y me ha resultado muy curiosa la coincidencia de encontrarme ayer mismo un texto en el que se reivindica exactamente esto mismo de parte de la escritora de Young-Adult Maggie Stiefvater, traducido en el blog Soy gente de libros que también pertenece al proyecto Adopta una autora.

VALORACIÓN  · · · · · · · · · ·  4/5 ★★★★✰

Es una novela gráfica con la que se aprende. Para los psicólogos creo que debería ser de lectura obligatoria y en general un medio fantástico para concienciar a todo el mundo de una problemática que no parece frenarse con el tiempo. En definitiva, lo que más me ha gustado es ver cómo señala los problemas a la vez que propone soluciones. Muchas veces no son soluciones concretas y únicas: la autora no se presenta como la poseedora de todas las respuestas, pero puede decirte lo que le funcionó a ella o lo que le está funcionando. El epílogo de la obra describe cómo la creación de este cómic no llegó a ser algo terapéutico para ella, pero sí liberador. Incide en el hecho de que es una obra más para ella misma que para las demás y que se le hace extraño compartirlo con más gente, pero estoy segura de que muchas jóvenes que puedan verse en su triste situación se lo agradecerán y encontrarán en ella ánimos para hablar de lo que les ocurre.

Sonia López

7 comentarios en “‘Una entre muchas’ de Una”

  1. ¡Hola!
    Lo primero de todo, muchas gracias por nombrarme, y me alegra mucho que te hayas animado a darle la oportunidad que merece.
    Coincido contigo, la incompetencia de la policía ante el caso del destripador hacen que el lector sienta una gran impotencia. ¿Cómo se puede culpar a las víctimas? ¿cómo se puede girar la cara ante la realidad? A mi, sinceramente, no me entra en la cabeza, no lo puedo comprender. Tampoco comprendo porque se utiliza tanto, como un recurso, la violación hacia una mujer en la literatura. En cambio, las violaciones hacia hombres pasan totalmente desapercibidas.
    Un beso

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    1. ¡Hola Isa! Gracias a ti por descubrirme esta novela gráfica. Me sorprendió mucho cuando comentaste la sensibilidad y la naturalidad con la que habla de algo tan «repugnante» y su lectura ha valido mucho la pena, porque te permite ver que otra forma de actuar y de tratar ciertos temas es posible. El modo en el que la policía y la sociedad responsabilizan a las víctimas de un crimen es despreciable, y por desgracia muy común. Ya es bastante grave que parezca que le quitan importancia a los asesinatos si las víctimas son prostitutas, pero ¿dar por hecho que lo son sólo porque les ataca el degollador? Me parece del todo incomprensible… En realidad iba a decir increíble, pero por desgracia es bastante creíble. En fin, ¡muchas gracias por recomendar obras tan interesantes! ¡Besos!

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  2. Hola,
    Yo también vi el libro en el blog de Isa y desde entonces lo tengo apuntado para comprarlo.Personalmente, no puedo opinar aun sobre la novela gráfica porque no la he leído pero espero no tardar demasiado en hacerlo. Creo que hay pocos libros que traten con crudeza desnuda este tema y es algo que debería visibilizarse más, dejar de adonarse o suavizar.
    Un saludo

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    1. ¡Hola! Una de las cosas que más me gustaron fue la forma de presentar el tema sin tapujos pero sin llegar al mal gusto, sin entrar en detalles escabrosos. Creo que la obra consigue encontrar el punto exacto desde el cual difundir una idea incómoda pero apelando a la emoción en lugar de provocar asco simplemente. Tengo ganas de que la leas y me comentes qué te parece. :) ¡Saludos!

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